
Todo comenzó leyendo un libro llamado “Despertar a la Unidad” de Arjuna Ardagh que me dio una nueva esperanza para la transformación de la humanidad y al mismo tiempo creó dentro de mi un profundo estado de paz interior. También me dio la claridad de que tenía que aprovechar la oportunidad y asistir al Proceso Nivel 1, que el libro explicaba, en India.
Llegar a India fue un choque de culturas enorme para mi y en 24 horas me puse enfermo con dolor de estómago y fiebre. El médico de la Oneness University (Universidad de la Unidad) me dio 6 pastillas diferentes para que me tomara y estuve en cama, sufriendo, atemorizado, y queriendo irme a casa. Pronto llegó mi Guía Oneness (guía personal de la Universidad durante el proceso) con una gran sonrisa y me dio una Transmisión de Energía Diksha – Bendición de Unidad.
A la mañana siguiente, estaba arriba a primera hora y sintiéndome como un hombre nuevo, pero a la hora de la comida comencé a sentirme de nuevo muy confuso y de pronto colapsé. Lo sorprendente de estar en ese nivel de crisis física es que finalmente tienes que ceder, y me rendí completamente.
Según yacía allí, pensé en mi padre, en su residencia de ancianos con sus llaga por estar tumbado (úlceras de decúbito) y una bolsa de catéter y sentí un profundo desbordamiento de compasión por el. Yacía allí y sentí el susurro divino, “Te amo” y pensé, “Ah!, siii, lo se” y de nuevo vino la voz “te amo más de lo que sabrás nunca”.
Nos enseñaron que el proceso no trata sobre experiencias de iluminación, ya que estás siempre vendrán y se marcharán . Trata sobre sanar las relaciones y vivir una existencia más amorosa cuando lleguemos a casa con todos aquellos que nos rodeen.
Durante una meditación de visualización guiada se nos invitó a que entráramos en una relación íntima y verdaderamente personal con la Divinidad, como una presencia constante en nuestra vida. Personalmente he disfrutado de una profunda relación con la Divinidad durante unos 20 años, en la figura de Jesús. De repente me di cuenta de que mi experiencia de la ausencia de la Divinidad en mi vida estaba reflejada en la ausencia real de mi padre biológico durante toda mi vida. Lloré ya que lo que implicaba esto lo captaba y lo sentía como deslealtad a Jesús, como si lo estuviera abandonando por algo más grande o mejor. Mientras forcejeaba con estos pensamientos, Jesús me tomó de la mano y me llevó hacia su padre, hacia mi padre – fue una experiencia de gozo sorprendente.
Al día siguiente aprendimos sobre el “sufrimiento”. Este hueco, entre quien somos verdaderamente y quien queremos o pensamos que deberíamos ser, crea un enorme problema. Nos convertimos en lo que pensamos que el mundo quiere que seamos para ser amados.
El Guía de la Oneness explicó que esa energía enorome se pierde cuando estamos luchando contra la diferencia con quien se nos está comparando realmente, con quien pensamos que deberíamos ser. Entonces aprendimos: “La verdad de ‘quienes somos realmente’ no importa” Lo único que importa es que podamos ver y aceptar la verdad sobre nosotros mismos, sea cual sea.
Finalmente en la sesión de la noche llegó una descarga de dolor y sufrimiento de la mano de una visualización guiada. Siempre es sanador entrar al centro del dolor y experimentar catarsis. Sin embargo, lo que realmente me impactó en este día fue el intenso nivel de control, juicio y análisis crítico que sucedía dentro de mi todo el tiempo. Después estaba el constante grado de comparación – ser superior a otros o inferior a otros, pero rara vez igual.
Se nos explicó que los Guías de la Oneness estuvieron el más alto de los estados de conciencia posibles para los seres humanos. Ellos están en efecto fundidos con todas las demás cosas – no hay un “Yo”. La enseñanza estaba dominada por historias. Mi historia favorita sobre el sufrimiento es como sigue: El sufrimiento es como estar constantemente huyendo a la carrera de un tigre, que nos está persiguiendo. Siempre está ahí; preparado para abalanzarse y nosotros no podemos permitirnos el dejar de correr. Finalmente caemos en un profundo agujero y sentimos una sensación de liberación inmediata, de que el tigre ya no nos alcance más. Sin embargo, esto se vive con brevedad, ya que de repente nos damos cuenta de que viviendo en el agujero hay un cocodrilo hambriento. Vemos algunas raíces de árbol arriba a un lado del hoyo y saltamos y escalamos para estar seguros justo fuera del alcance del cocodrilo. Según colgamos de las raíces ahí, miramos arriba y vemos una gran rata royendo la raíz de la que colgamos.
La moraleja de la historia es que adivino que el único camino de salida es pasar a través. Necesitamos parar de correr, enfrentar y experimentar el sufrimiento y adivina que – sobrevivimos.
El tercer día, nos informaron de que recibiríamos la experiencia Oneness (Unidad). El Ser Oneness (de Unidad) que estaba delante de mi estaba claramente en alguna otra parte. Según sus manos agarraron firmemente mi cabeza, comenzó a temblar y a gemir y llorar de dolor. Comencé a llorar pero me sentí incómodo y con una especie de “culpa” de que esa persona de delante de mi estuviera experimentando mi dolor. De repente, me rendí a ello, fui barrido en una montaña rusa de emoción, que me dejó sintiéndome completamente vacío, pero en paz. La enseñanza continuo con los Guías explicando que había básicamente dos categorías de personas: Aquellos que se quejan y aquellos que se mueven más allá de esto, viven la vida y crecen. Se explicó que necesitamos parar de quejarnos; parar de culpar a otros (de como es nuestra vida) y aprender como vivir vidas felices.
Se explicó que todo ser viviente tiene un instinto de supervivencia. De la misma forma la mente (ego) está diseñada con este instinto de supervivencia – eso es simplemente la forma en la que es. La mente en si misma no es mala – de hecho es muy útil, una herramienta esencial. Es como un burro. El problema es que nosotros estamos llevando al burro a hombros, lo cual es agotador. El enfoque Oneness está basado en cuatro estado de desarrollo humano, como sigue:
1) Concepción – Tranquilidad 2) Dentro del Útero – Lucha / Desesperación 3) Nacimiento – Esperanza vs No Esperanza 4) 7 horas despues de nacer – Este es el anteproyecto para la vida Estos estados son descritos como las 4 canastas y necesitamos descubrir en donde estamos bloqueados.
UNO | DOS | TRES | CUATRO |
TRANQUILIDAD | LUCHA / DESESPERACION | ESPERANZA Y NO ESPERANZA | MOVIMIENTO HACIA ARRIBA |
PEREZOSO DESMOTIVADO SIN EMPUJE | TRABAJO DURO PONIENDO ESFUERZO | PERDIENDO EL OBJETIVO POR POCO | NO CONTENTO / NO SATISFECHO |
CONTENTO SATISFECHO | APLICACION ENFOCADA | FINALMENTE CONSIGUIENDOLO | EXITO |
Continuamos moviéndonos a través de estos estadios de desarrollo toda nuestra vida, pero frecuentemente uno de ellos domina. Cada día recibimos experiencia Oneness (de Unidad) de los Guías.
Parecía que nos movíamos sin esfuerzo desde este modelo de desarrollo humano hacia el “amor” que estaba definido como “auto-aceptación” – a amarnos a nosotros mismos exactamente como somos. Esto crea un fin de toda comparación / juicio / tener razón.
Esta “aceptación” no es “resignación ante la vida”. Estamos hablando del mundo interno no del mundo externo. El mundo interno requiere no-acción (pasividad) mientras que el mundo externo requiere actividad.
El cuarto día, íbamos a recibir un abrazo de nuestros nuevos amigos, los Seres Oneness (de Unidad). Según estaba de pie delante de este hombre, era consciente de este sentido de gran “ausencia” y entonces, según el alargaba los brazos para abrazarme, este sentimiento de completa ausencia se convirtió en un desbordante (casi aterrorizador) sentido de intense presencia. Según me abrazó, comenzó a temblar y llorar incontrolablemente. Me fundí en sus brazos y me sentí verdaderamente e incondicionalmente abrazado en amor. Eso fue felicidad.
Según el enfoque de la Oneness, estamos todos en una misión secreta para cambiar quienes somos. ¿Podemos cambiar? Si y No. No podemos cambiar la estructura básica –de acuerdo a los Guías-, de hecho solo hay “una mente” pero no solo esto; es una mente muy antigua. Querer cambiar esta mente es en si mismo parte de la mente. Cualquier esfuerzo para cambiar la mente es infructuoso.
Es importante darte cuenta de que “parar de intentar cambiar la mente” puede convertirse en una nueva meta… Buscar observar nuestra mente es otra meta. No podemos funcionar sin la mente. Cuando nos damos cuenta de la imposibilidad de cambiar la mente, somos libres.
Hacia el final del curso, estaba esperando para disfrutar de un tiempo personal con mi Guía. Según avanzó el día, otros estuvieron contándome como habían experimentado una sesión personal buena con nuestro Guía. Me sentí ligeramente irritado pero estaba contento con mi habilidad de “permitir que se marchase” este descontento. Otro miembro de nuestro grupo iba a ser vista ya y estaba claramente my preocupada por ello. Me sentí dulcemente superior.
Por la tarde, viajamos a otro campus a ver el Templo. Es una construcción magnífica, muy bella y con un aura aparente de calma. Cuando nos movimos al otro campus, había una ceremonia de cierre para otro grupo. Entonces nos acomodamos para una sesión con Ananda Giri, que era encantador. Contó la historia del hombre que fue a ver a Sri Amma Bhagavan y confesó que era un mentiroso y un timador y vivía una vida terrible. Le decía, “Por favor Bhagavan, dame algunas palabras de sabiduría o confort para ayudarme a convertirme en un hombre mejor.” Bhagavan, calmadamente dijo, “Puedo ayudarte. Necesitas ser malo. Durante el tiempo que intentes cambiar lo que eres, no serás feliz. Si puedes aceptar lo malo que eres, el mentir, el engañar etc serás feliz y disfrutarás de la vida.”
La esencia de toda la enseñanza realmente parece ir hacia la “auto-aceptación” y el “auto-amor”. Si podemos aceptarnos realmente como somos (incluyendo los trozos repugnantes) entonces seremos felices y viviremos vidas alegres. El problema más grande es que todos nosotros gastamos muchísimo tiempo tratando de ser “buenos” o “mejor gente”, esto es, alguien diferente de quien somos.
Volviendo del templo y de otro campus tarde por la noche me sentía en paz y satisfecho. Según mi cabeza tocó la almohada, me sentí “atacado” pon intensos pensamientos sobre mi Guía. “¿Por qué no me había visto” y “ ¿Por qué había pasado tantísimo tiempo con todos los demás?”. Continuó, “Es vergonzoso dado todo el dinero que he pagado no tener la oportunidad de tener una, aunque sea, breve sesión con mi Guía asignad.” “En lo que parecieron minutos, había construido un caso muy robusto contra el.
Es interesante como, en breves momentos, una voz más sana apareció y me recordó que verdaderamente no necesitaba ver a mi Guía para nada en particular. No había ningún asunto presionando y ninguna pregunta que hacer. Puede que otros, aquellos que le habían visto, tuvieran una necesidad más acuciante. Pero es verdaderamente sorprendente como, en tales ocasiones, mi mente (ego) anula toda esta sensatez e insiste en que tengo razón y ¡alguien va a pagar por esto! Me causé a mi mismo una enorme cantidad de sufrimiento esa noche.
Mi miedo más grande era que sentí que estaba saboteando deliberadamente mi último día del curso. Había una fuerza muy poderosa e irresistible dentro de mi, que estaba determinada a arruinar el último día y probar que toda la experiencia no valía la pena, los Guías eran completamente deshonestos y las enseñanzas falsas. Era un patrón muy familiar en mi vida. Yo sinceramente no podía creer la intensidad y fuerza de esta invasión (no externa si no de dentro).
Mi Guía anunció que no me vería hasta después de comer. Sentí un extraño tipo de liberación por esto, porque reforzaba la “corrección” de mi posición. Pero lo raro es que según hablaba sobre cada aspecto de esta tiranía, las palabras perdieron toda su carga y simplemente me quedé sonriendo. Fue tan extraño como algo con tal carga simplemente se evaporó en el aire. Terminé sonriendo y riendo con este hombre simple y bello. Nos abrazamos y agarramos el uno al otro y me sentí completamente aceptado y aceptándome a mi mismo.
Durante la tarde, entramos en la sesión final. Hubo una preciosa visualización guiada, que llevó a nuestra iniciación como “Impartidores de Bendición”. Se nos entregó un collar de cuentas muy simple, que los guías explicaron que simbolizaba que nos habíamos convertido en parte de una familia de facilitadores de unidad.
Experimenté este maravilloso, cálido y liberador sentimiento, contemplando el ser parte de una familia que incluía a Judíos, Musulmanes, Budistas, Hindúes, Teistas, Ateos, Agnósticos, Humanitarios, etc – ser parte de una familia que era totalmente incluyente y totalmente aceptante. Yo reflejé eso durante el curso entero, no había escuchado a ningún guía decir cualquier cosa crítica sobre cualquier otra persona, sistema de creencias, religión o ideología. Fue un proceso que no avergonzó a nadie.
El estadio final del proceso fue darnos Bendición de Unidad unos a otros. Fue extraño el empezar pero bastante rápidamente me sentí natural por entero y una gran bendición el estar dentro del fluyo Divino de energía. Como parte de este proceso, todos dimos una bendición remota a nuestros padres, donde quiera que pudieran estar. Encontré esto muy emotivo también; verter bendición y amor para mi Mamá y Papá. Los sentía a ambos preciosos para mi y también experimenté esta vaga sensación de que mis padres no podían haber sido otros que quienes eran.
El proceso había durado 7 días – ¡pareció como un mes! Había comenzado con crisis y terminado con calma y alegría en mi corazón. Regularmente me recordé a mi mismo que no trataba sobre “experiencias” (positiva o negativa) aunque había sido testigo de algunas experiencias sorprendentes por el camino.
Según Lo que llamamos el principo es con frecuencia el fin Y hacer un final es hacer un principio.
El final es desde donde comenzamos.”
And…
No cesaremos de explorar
Y el final de nuestra exploración
Será el llegar a donde empezamos
Y ahora el lugar por primera vez.”
Como alguien dijo, “Cuando nos desconectarnos de quien somos, como quiera que haya pasado, hay un largo viaje a casa.” Andrew Wallas, Abril 2008