Hola Alexis, solo escribo para agradecerte (nuevamente) por la maravillosa experiencia que tuve la oportunidad de vivir ayer en tu curso-taller de Magia, magia de poder experimentar la vida, tal cual es. En el transcurso de mi vida he tratado de experimentar esa paz que casi todos buscamos por distintos medios, he de comentarte que en el proceso, me convertí en una especie de disco duro de computadora, acumulé una gran cantidad de información que yo suponía me haría cambiar a un estado de felicidad, de libertad, la verdad es que solo se convirtió en una acumulación de suposiciones de lo que debe ser la felicidad. Mi encuentro con esa manifestación de vida fué casi fortuito, aunque ahora sé que las casualidades no existen, todo estaba listo para que encontrara un pretexto para no asistir a tus cursos, sin embargo, agradezco el haber escuchado esa vocecita que me empujó a asistir y dejar de tener grandes pretensiones con los resultados, decidí experimentar lo que estaba por venir. Hoy te puedo decir que aprecio tanto una frase que no recuerdo con exactitud dónde leí, que decía: deja de citar a Buda y conviértete en Buda, ese fue el principio, al escucharte y comprender la sencillez con la que transmites ese maravilloso conocimiento, empezó la fiesta, con increíble sutileza, empecé a experimentar la dicha de estar presente y me di cuenta que eso que llamo sufrimiento, siempre estaba en lo que pudo haber sido o en lo que podría ser, al darme cuenta que en el hoy y el ahora tengo todo lo que necesito y además que si no lo tengo, me es dada la oportunidad de crearlo y así, convertirme en co-creador de la realidad, empecé a comprender que ese estado que tanto busqué, era simplemente una cuestión de elección, entonces, dejé de analizar, de juzgar y de cuestionar todo lo que acontece a mi alrededor y descubrí que estaba empezando a vivir a través de la experiencia, entendí que durante nuestra vida, nacemos varias veces, no solo en el momento de nuestro alumbramiento, hoy siento esa nueva oportunidad como algo que he elegido y que estoy seguro me obsequiará día a día más sorpresas, ya que he recuperado la capacidad de asombro, esa que es distintiva de los niños, la que los lleva a descubrir a diario un mundo lleno de maravillas que surgen desde el fondo de su corazón, que aun no han sido impuestas por nadie, es en esa simple forma en que viven fusionados con el todo, sin separación ni divisiones que he podido encontrar la unidad, esa que siempre quise encontrar en una fórmula exacta con instructivo preciso la que ahora, sin mayores pretensiones, empiezo a descubrir, sé que apenas es el comienzo de mi libertad, pero sé también que todo es posible si empezamos a experimentar, a vivir y a disfrutar esta experiencia de unidad. Te envió bendiciones y mi amor desde mi corazón.
P:D. Con la fiesta empezó una nueva familia.
Yusef Levi